Buscad a Jehova mientras puede ser hallado llamadle en tanto que esta cercano.... Isaias 55:6



Venid a mi todos los que estàn trabajados y cargados , y yo os harè descansar... Mateo 11:28

martes, 10 de enero de 2012

Derecho de autor

A propósito de una noticia a la cual he dado seguimiento, respecto a endurecer las leyes de derecho de autor en EE.UU., que directa o indirectamente muchas otras naciones del mundo se verán afectadas, y relacionándola con una consulta que me hiciera uno de ustedes (receptores de estas reflexiones), pensaba en cómo violentamos los derechos de autoría de Dios, tanto haciendo nuestras obras de Él, como culpándolo de cosas que hacemos nosotros.



¿Has escuchado a un borracho agradeciendo a Dios por el alcohol y su borrachera? ¿O a un delincuente confeso agradecer porque su "trabajo" salió bien y que no lo atraparon? ¿O al mismo delincuente poniendo a "Dios como testigo" de que no hizo nada malo, cuando lo atraparon infraganti? También sucede con las consecuencias de la destrucción que hacemos al planeta: después de la destrucción de bosques y ecosistemas completos, después de contaminar lagos, ríos y mares completos, se presentan las OBVIAS consecuencias, y decimos "Dios hizo", "Dios provocó", "¿por qué Dios permitió...?" Por otro lado, ¿cuántas veces no hemos dicho "mi inteligencia", "mis habilidades", "mis dones", "mi esfuerzo", en vez de decir "lo que Dios me ha permitido", "...me ha dado", "...me ha dejado hacer o tener"?



Respetemos los derechos de autor de Dios, así como evitemos hacerlo a Él protagonista o autor de cosas que nosotros, sin ningún aval, permiso o aprobación de Él, hicimos por nuestra cuenta y tras lo cual sufrimos las consecuencias, sean estas individuales o colectivas.



Santiago 1:13-15

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.





Autor: David A. Guerrero S.

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