Buscad a Jehova mientras puede ser hallado llamadle en tanto que esta cercano.... Isaias 55:6



Venid a mi todos los que estàn trabajados y cargados , y yo os harè descansar... Mateo 11:28

domingo, 21 de agosto de 2011

Ser un OPP


Una de las cosas más complicadas que existen, a nivel de comportamiento humano, es ser un optimista consciente, o lo que algunos llamamos “optimista realista”. He buscado alguna definición de los expertos en comportamiento humano, y no he encontrado una, por lo que te digo la mía: es la persona que espera lo mejor, pero que se prepara para lo peor, es decir, un optimista prudente y precavido (OPP). Te pongo un ejemplo no muy agradable para muchos: la muerte.



¿Cuántas personas en el mundo programan cada año su muerte? Pocas (obviando los suicidas). Sin embargo, ¿cuántas personas mueren cada año, sea por causas naturales, enfermedades o violencia? Más de 50 millones. ¿Cuántos accidentes de tránsito fatales al año existen? Más de 1.5 millones. ¿Es pensar en la muerte ser trágico o pesimista? Pudieras decir que así es, sin embargo, ¿para qué tienes un seguro de vida y/o accidentes? Lo tienes para un “por si sucede”, pero piensas “Dios líbreme”, y dejas atrás que la muerte es más certera que el mismo nacimiento, porque el nacimiento en parte lo controlamos, pero la muerte no.



Te puse un ejemplo trágico, pero fíjate en otros ejemplos: esperar la salud, pero prepararte para la enfermedad; esperar éxito, pero prepararte para el fracaso; aguardar prosperidad, pero alistarte para la escasez; así muchos otros más. Te informo que los OPP son los que consiguen darle la vuelta a las cosas, y terminan siendo genios en convertir los tropezones y fracasos en crecimiento y beneficio, porque se preparan para ello.



¿Sabías que el fiel creyente en Dios DEBE ser un OPP? Porque quien busca sabiduría de lo alto, termina siendo un OPP.



Proverbios 24:3-4

Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.





Autor: David A. Guerrero S.