Un joven predicador fue invitado a último momento para que predicase un sermón en la iglesia de su ciudad. Siguiendo un impulso, usó como tema uno de los Diez Mandamientos: “No hurtarás”. A la mañana siguiente, subió a un autobús y le dio al conductor un billete de un dólar.
El conductor le dio el cambio y él se dirigió a la parte trasera del vehículo. Echando un vistazo al cambio antes de guardarlo en su bolsillo, el hombre observó que el conductor le había dado diez centavos de más. Su primer pensamiento fue: La compañía de autobuses no se dará cuenta jamás de la pérdida de diez centavos.
Sin embargo, cambió de opinión rápidamente, sintiendo en su conciencia que los diez centavos no le pertenecían y que los debía devolver al conductor. Regresó al frente y le dijo al conductor: “Usted me dio cambio de más”, y le devolvió los diez centavos.
Para su sorpresa, el conductor le contestó: “Sí, lo sé. Lo hice a propósito. Escuché su sermón ayer y lo estaba observando por el espejo mientras contaba su vuelto”.
¡Que todos nuestros actos concuerden así con nuestras palabras!
Proverbios 22:1
Mas vale el buen nombre que las muchas riquezas.
Santiago 1:8
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Fuente: Aliento Diario
martes, 26 de octubre de 2010
miércoles, 13 de octubre de 2010
Las manos de Dios
Las manos de Dios
Bernarda Lorca, de 52 años e inválida desde los 9, empujaba su silla de ruedas hacia la mina de oro y cobre San José, en Chile, en lo que ella definió como “peregrinaje espiritual curativo”. Lorca había iniciado su trayecto de 65 kilómetros porque “ellos son 33, y Jesús murió y resucitó cuando tenía 33 años… por eso tenía que estar aquí con ellos”.
Como esta, se contarán cientos o miles de historias relacionadas al “entierro”, a casi 700 metros de profundidad, de los 33 mineros de la mina San José, en el valle de Copiapó en Chile, y que justo en la madrugada de hoy empezaron a ser rescatados con una metodología sin precedentes.
Sin embargo, esa ayuda y gracia de Dios (como mencionaba el presidente de Chile), será convertida en superstición: 33 mineros… rescatados el 10/13/10(10+13+10=33)… Jesús murió a los 33 y resucitó al 3er. día, los mineros duraron 69 días (9 y 6 son múltiplos de 3 y 9-6=3)… la expresión “San José, Valle de Copiapó, Chile” tiene 33 caracteres, está en la 3ra. región de Atacama y bajo la circunscripción no. 3… y así sucesivamente, harán múltiples combinaciones supersticiosas sobre el tema.
Fuera aparte de supersticiones y demás “coincidencias”, la expresión y actitud que debe quedar en nosotros es la dicha por el presidente de Chile y por muchos otros: mucha tecnología, maquinaria y gente trabajando, pero las dos manos que permitieron este desenlace fueron las de Dios.
Mateo 7:11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Autor: David A. Guerrero S.
Bernarda Lorca, de 52 años e inválida desde los 9, empujaba su silla de ruedas hacia la mina de oro y cobre San José, en Chile, en lo que ella definió como “peregrinaje espiritual curativo”. Lorca había iniciado su trayecto de 65 kilómetros porque “ellos son 33, y Jesús murió y resucitó cuando tenía 33 años… por eso tenía que estar aquí con ellos”.
Como esta, se contarán cientos o miles de historias relacionadas al “entierro”, a casi 700 metros de profundidad, de los 33 mineros de la mina San José, en el valle de Copiapó en Chile, y que justo en la madrugada de hoy empezaron a ser rescatados con una metodología sin precedentes.
Sin embargo, esa ayuda y gracia de Dios (como mencionaba el presidente de Chile), será convertida en superstición: 33 mineros… rescatados el 10/13/10(10+13+10=33)… Jesús murió a los 33 y resucitó al 3er. día, los mineros duraron 69 días (9 y 6 son múltiplos de 3 y 9-6=3)… la expresión “San José, Valle de Copiapó, Chile” tiene 33 caracteres, está en la 3ra. región de Atacama y bajo la circunscripción no. 3… y así sucesivamente, harán múltiples combinaciones supersticiosas sobre el tema.
Fuera aparte de supersticiones y demás “coincidencias”, la expresión y actitud que debe quedar en nosotros es la dicha por el presidente de Chile y por muchos otros: mucha tecnología, maquinaria y gente trabajando, pero las dos manos que permitieron este desenlace fueron las de Dios.
Mateo 7:11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Autor: David A. Guerrero S.
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