Buscad a Jehova mientras puede ser hallado llamadle en tanto que esta cercano.... Isaias 55:6



Venid a mi todos los que estàn trabajados y cargados , y yo os harè descansar... Mateo 11:28

miércoles, 13 de abril de 2011

Detector de mentiras

“Para los gustos se hicieron los colores, y también los sabores” reza un famoso dicho, y hago referencia al mismo en forma de “autoconsuelo” cada vez que pienso que, teniendo tantos programas de investigación, educación y cultura en la TV, muchos prefieren utilizar su “tiempo de TV” para ver cosas que no edifican para nada. Bueno, en uno de esos programas que pueden aportar algo, aprendí un poco más de los polígrafos, comúnmente llamados “detectores de mentiras”.



En un caso de investigación de un crimen, el imputado principal solicitó el polígrafo, para él y su víctima, para demostrar que decía la verdad. Cuando fue sometido, al igual que la víctima, el polígrafo indicaba que el acusado decía la verdad y que la víctima mentía. Esto sucedió así porque la víctima fue “educada” o le fue “lavado el cerebro” por el acusado, de tal manera que sus palabras decían lo que realmente sucedió, pero sus emociones indicaban otra cosa. Si no hubieran encontrado una prueba física, el imputado hubiese quedado libre.



Al ver este caso, me llegó a la mente cómo muchos, cuando tienen algún “hecho espiritual incriminatorio”, acuden a la famosa expresión “Dios conoce mi corazón, y eso es lo que importa”, para intentar salir de la situación acusatoria. Ante respuestas como esta, usualmente doy un paso atrás, no vaya y suceda como les sucedió a Nadab y Abiú, y salga afectado (aunque sé que Dios ya dejó de “responder” de esa manera).



Considero que todos debemos solicitar a Dios, cada día (y no sólo cuando nos acusen), que nos pase su “detector de mentiras” infalible: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Salmos 139:23-24).







Autor: David A. Guerrero S.