Buscad a Jehova mientras puede ser hallado llamadle en tanto que esta cercano.... Isaias 55:6



Venid a mi todos los que estàn trabajados y cargados , y yo os harè descansar... Mateo 11:28

sábado, 29 de diciembre de 2012

Lo que vemos y oímos

 El buen o mal uso que le damos a nuestros sentidos, suele delimitar muchas veces nuestro presente, y también nuestro futuro. Aunque los cinco sentidos tienen cada uno su impacto, la vista y el oído nos suelen meter rápidamente en problemas. Creo que en eso mismo pensaron los autores (desconocidos para mí) de las siguientes dos frases que leí en el portal personal de nuestra receptora Aleida Maldonado: "Las chicas se enamoran de los que les dicen y los chicos de lo que ven. Por eso, las chicas llevan maquillaje y los chicos dicen mentiras", y  "Si quieres saber dónde está tu corazón, mira con qué se distrae tu mente". Aunque la primera frase tiene una tonalidad muy definida, las relaciones de pareja, y la segunda pudiera alguien desasociarla con específicamente los sentidos de referencia, la mayoría de nosotros (exceptuando las personas que sufren de sordomudez) actúa y piensa utilizando como "disparadores" iniciales lo que vemos y/o lo que oímos. Es más, hasta el comer, para muchos, empieza por la vista: si se ve mal, aunque huela bien, no se ingiere. Por demás, algunos de las debilidades, faltas y pecados entran por estos sentidos; por ejemplo, chismes: oído; orgullo: vista y oído; lascivia: vista; infidelidad: vista y oído; hurto: vista; y así otros más. Si sabemos que somos débiles con lo que vemos y con lo que nos dicen, ¿por qué no cuidarnos más de las cosas que vemos, y qué permitimos que entre a nuestras mentes por los oídos? Cada quien es responsable de lo que ve, escucha, siente y, en consecuencia, de cómo actúa. Por tanto, seamos astutos y llevémonos de los consejos de los apóstoles Pablo y Juan, quienes nos advirtieron, hace muchos siglos: no proveáis para los deseos de la carne (Romanos 13:14b); Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. (1 Juan 2:16)    Autor: David A. Guerrero S. 

martes, 27 de noviembre de 2012

Peticiones diferentes

Samuel dijo: "Habla, Señor, que tu siervo oye". Por el contrario, la mayoría dice: "Oye, Señor que tu siervo habla". Muy parecidos en escritura, pero totalmente opuestos. Eso nos pasa mucho a los seres humanos, y es en casi todos los aspectos de nuestras vidas; queremos que se nos escuche y nos pongan atención, pero somos renuentes a escuchar y seguir mandatos. ¿Cuántos de nosotros, cuando adolescentes, queríamos que nuestros padres escucharan nuestras "demandas" y, sin embargo, a los 30 segundos de que ellos nos dirigieran la palabra ya estábamos "hartos" de escucharlos? Imagínate ese mismo sistema con Dios: "Dios, necesito esto..."; "Papá Dios, me duele aquí..."; "Padre, me hace falta un trabajo..."; y si continúo, me faltarían páginas. Por el contrario, cuando Dios nos habla en su Palabra, ni le hacemos caso; es más, ni la leemos, y mucho menos en la simpleza de obedecerle. Pongámonos en los "zapatos" de Dios, ¿nos haríamos caso cuando requiramos algo? Juan 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. Romanos 16:19b pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal Autor: David A. Guerrero S.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Heredamos el pecado de los padres?

Pregunta: ¿Heredamos el pecado de los padres? ¿Hereda toda la raza humana el pecado de Adán y Eva desde su nacimiento? Respuesta: A pesar de ser una creencia muy popular en la mayoría de las religiones que pretenden seguir a Cristo, no hay fundamento bíblico sólido para esta doctrina. Al contrario, hay enseñanzas muy claras que totalmente contradicen este concepto del pecado. En primer lugar, el significado básico del pecado no concuerda con esta idea porque el pecado es algo que hacemos: la transgresión de la ley divina (1 Juan 3:4) o la violación de la conciencia (Romanos 14:23) o que dejamos de hacer: no hacer el bien cuando uno sabe hacerlo (Santiago 4:17). No es algo que heredamos sino algo que hacemos. Además, la Biblia enseña que el pecado pasó a todos los hombres NO porque Adán y Eva pecaron o porque los padres de uno pecaron sino “por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12). Si uno pudiera ser condenado sin pecar personalmente, también podría ser salvo sin obedecer personalmente porque Romanos 5:29 enseña que somos salvos por la obediencia de Jesucristo de la misma manera que llegamos a ser pecadores por la desobediencia de Adán. No obstante, Hebreos 5:8,9 insiste que es la obediencia del individuo que hace posible la recepción de la salvación. Esto concuerda con Ezequiel 18:20 ue insiste que uno no es condenado por los pecados de su padre. La muerte espiritual causada por el pecado es el resultado de nuestros propios pecados, según Efesios 2:1,5, no por los pecados de otro. El desvío espiritual del pecado es un acto individual y personal (Romanos 3:12; Isaías 53:6). Además los niños son tan inocentes que se describen como herederos del reino de los cielos, no del pecado (Mateo 19:14) mientras la perversidad del pecado comienza en la juventud del ser humano, no en su niñez (Génesis 8:21). Sencillamente no hay fundamento para el concepto que el pecado sea heredado de los padres o de Adán y Eva.. Derechos Reservados ©2012 Preguntas Bíblicas

jueves, 6 de septiembre de 2012

Aferrarse a lo prestado

Cuando pedimos prestado un objeto, ya sea porque no tenemos los recursos para adquirirlo nosotros mismos o porque justo en ese momento no tenemos las facilidades o el tiempo para adquirir el nuestro, hay posibilidades de que nos veamos tentados a quedarnos con lo prestado más tiempo del que realmente necesitamos. Es más, suele ser tal la tentación, que nos "olvidamos" de que lo pedimos prestado y que es necesario devolverlo. Nos aferramos demasiado a lo prestado. Pensaba en la forma "desesperada" que las personas se aferran a las cosas, especialmente a la misma vida. Independientemente de que hay que cuidarse, para aprovechar el tiempito que nos dan, algunos invierten hasta lo que no tienen, económica y emocionalmente, para evitar devolver la vida que le prestaron. La siguiente ilustración puede ayudar a aclarar mi punto. El predicador William Sangster entró en la habitación de un hospital para visitar a una niña que estaba perdiendo la vista. La pequeña parecía llena de temor, cuando con sus ojos casi oscurecidos volvió su rostro hacia el predicador y le dijo: -- Oh, doctor Sangster, Dios me está quitando la vista! El predicador se inclinó sobre la temblorosa niña y le dijo tiernamente: -- No dejes que te la quite: dásela. La niña quedó profundamente impresionada por esta palabra y fue más tarde una compositora de himnos que, a pesar de su ceguera, ha hecho cantar a miles de personas. La vida, incluyendo lo que somos, es un préstamo que Dios nos hizo, que debemos aprovechar al máximo, siendo altamente productivos, y debemos estar conscientes, claros, y sobre todo conformes, de que lo prestado debe devolverse. Efesios 5:16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Autor: David A. Guerrero S.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Papel en blanco

Para todo aquel que conoce lo mínimo de leyes, es bien sabido que no es nada recomendable firmar un documento sin leer. Yéndonos más al extremo, con sólo saber leer y escribir, y estar en nuestros cabales, se entiende que poner nuestra firma o huella dactilar tintada sobre una hoja en blanco, puede significar la total perdición de un individuo. Lo comparo con tener una cuenta bancaria con mucho dinero, firmar un cheque en blanco y entregarlo a un desconocido o dejarlo tirado en una plaza pública. ¿Has leído alguna vez lo que dijo David en el Salmo 37:5? Se lee: Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. ¿Has analizado lo que dice Proverbios 16:20? Salomón dijo: El entendido en la palabra hallará el bien, y el que confía en Jehová es bienaventurado. ¿Crees que lo que dijo Jeremías es mínimamente cierto, cuando señaló: Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová (17:7)? A mi entender, estos tres personajes comprendieron que confiar en Dios es como firmar con tinta, poner nuestras huellas dactilares tintadas y poner una muestra de ADN sobre un papel en blanco, en representación de nuestras vidas, entregársela y luego decirle: "Haz como te plazca con ella". Lo más difícil es, posteriormente a esta demostración inicial de confianza, aceptar humilde y obedientemente todo lo que Él decida hacer con ella, sin reproches, "peros", berrinches, ni mucho menos hacernos los desentendidos de sus decisiones. ¡Cuánto camino nos falta por recorrer para que esto sea una realidad absoluta en nuestras vidas! Salmos 34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él. Autor: David A. Guerrero S.

domingo, 22 de abril de 2012

¿Mi vida o la tuya?

Los trabajos manuales realizados por una persona frente a otras espectadoras, suelen traer complicaciones algunas veces, porque algunos solemos desesperarnos (me incluyo) como espectadores y queremos sustituir al ejecutor, diciéndole qué hacer o cómo, y si pudiéramos quitarlo de en medio y hacerlo nosotros, mucho mejor. En esos momentos, el ejecutor puede ser "político" con las palabras utilizadas, pero tiene todo el derecho de decir: "¿Eres tú o soy yo quien lo está haciendo? Déjame hacer mi trabajo" El inconveniente con situaciones como esta, es que lo hacemos en otros aspectos donde aún menos debiéramos. Es común, en quienes recomiendan sobre algo, sobrepasar la delicada barrera que existe entre un consejo y una intromisión. Los verbos, expresiones, tonos y hasta el momento utilizado, son críticos para que, quien recibe el consejo, no lo tome como un "te estás metiendo en lo que no te importa". En realidad suele suceder así: intentamos hacer (de equivocada manera) que otros vivan la vida que vivimos, o que otros vivan la vida que no pudimos vivir. Esto último es común en ciertos aspectos entre padres e hijos, como en el económico, mal criando a sus hijos (o a los hijos de estos), dándoles en demasía lo que ellos no pudieron obtener de sus padres. En algunos aspectos, como el moral, ético o espiritual, es bueno influenciar en otros para que imiten ciertas acciones o comportamientos; sin embargo, no es lo mismo influenciar, que forzar, presionar o pasar el límite de intromisión. Ser sabios, justos y prudentes es lo que manda, no sea que recibamos como respuesta: "¿Es mi vida o la tuya?" Proverbios 1:5-6 Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo, para entender proverbio y declaración, palabras de sabios, y sus dichos profundos. Autor: David A. Guerrero S.

sábado, 10 de marzo de 2012

Pagar el alto precio

Nada en la vida es 100% gratis, aunque aparente serlo; algo debemos pagar o sacrificar, por conseguir, tener o lograr ser algo más. Consciente o inconscientemente, decidirnos por una vía implica que tenemos que dejar otra(s) que, en teoría, debe(n) dejarnos menos beneficios que la elegida, sean económicos, emocionales o espirituales, a corto, mediano o largo plazo. Sin embargo, algunas veces nos toca pagar un alto precio por la elección.



La expresión "pagar un alto precio" es casi un cliché cuando queremos puntualizar ciertas decisiones, algunas extremas o difíciles por naturaleza o por coyuntura. Sin embargo, recientemente me ha tocado poner en una balanza algunas decisiones, y eso me hizo recordar algunos "altos precios" que pagamos en la vida. En elecciones positivas, por ejemplo, se paga un alto precio...

· ...por ser muy responsables: en un momento de "no querer hacer nada", el sentido de la responsabilidad y compromiso pesan mucho más.

· ...por ser muy eficientes: algunos suelen "explotar" al demasiado eficiente y, de tener oportunidad, bloquean su crecimiento (personal o profesional) porque les es difícil encontrar otro igual.

· ...por ser bondadosos y desprendidos: algunos suelen aprovecharse y engañan al que tiene ese perfil.

· ...por ser decididos y justos: esto se suele interpretar como "extremismo" o ser una persona "cuadrada", porque "no todo es blanco y negro... también hay zonas grises".



El "pagar un alto precio" por haber elegido mal, sí importa, es real y debemos tomar la decisión de enderezar el camino. Ese "alto precio" por haber elegido bien, sólo lo pagamos ante los que desean que seamos como ellos: mediocres, o como mínimo, "del montón".



Eclesiastés 4:4

He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.





Autor: David A. Guerrero S.

miércoles, 7 de marzo de 2012

12 formas

Hace par de días hojeaba la interesante revista Popular Mechanics, y me encontré un artículo cuyo título se traduce "12 formas el mundo podría acabarse en el 2012". Encontré extraño el título en una revista de ciencia y tecnología, e imaginé que fue para no quedarse "fuera del montón" sobre el sonado tema; sin embargo, leí dos verdades no especulativas en el artículo: 5 de las 12 formas son provocadas por el mismo ser humano; y seis refieren a eventos de la creación y el universo que podrían suceder en cualquier momento, con mayor o menor probabilidad, no exclusivamente en el 2012. La faltante es "el factor X" (factor desconocido).



Copiando un poco el concepto del artículo, creé mi propio listado "12 formas", que comparto contigo.



12 formas en las que acabamos con nuestro mundo personal

1. No aprender del pasado y repetir errores

2. Hacer oídos sordos a los sabios consejos

3. Actuar sin pensar y pensar sin actuar

4. Negar la ayuda, o ignorar, a quien nos necesita

5. Permitir que el orgullo, el ego y la vanidad nos dominen

6. Vivir bajo la razón sin corazón, o con corazón sin razón

7. Guardar basura en nosotros: rencor, hostilidad, odio, enemistad...

8. No usar los talentos y habilidades que nos han dado para el bien de muchos

9. Tomar a la ligera la calidad de lo que entra por nuestras bocas, ojos y oídos

10. Vivir con poca o ninguna dignidad propia, autoestima y/o auto-respeto

11. No tener un propósito u objetivo definido de vida, por el cual luchar

12. Vivir alejados de Dios, peor aún, ignorar sus ordenanzas



Si notas bien, estas cosas no sólo acaban con tu vida, sino eventualmente también con la de los demás.



Filipenses 4:8

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.





Autor: David A. Guerrero S.

lunes, 5 de marzo de 2012

Buena decisión, resultado...

A menudo nos sucede que, tras decidir e implementar una acción que consideramos "buena", los resultados han sido malos, decepcionantes o simplemente no los esperados. Las preguntas de orden serían, ¿en realidad fue una buena decisión? ¿Cómo valorarla en sí misma y sus resultados? La respuesta es variada. Me explico.



· Una decisión puede ser buena con resultados "malos", cuando la acción en sí fue buena, pero los resultados luego de la ejecución no dependen de nosotros. Un ejemplo: educamos correctamente a los hijos, más la decisión de seguir el buen camino depende de ellos.



· Una decisión puede ser buena con resultados "decepcionantes", cuando la ejecución fue buena, pero a destiempo. Un ejemplo: somos malos empleados, y cuando decidimos "portarnos bien", ya la orden de cancelación ha sido dada.



· Una decisión puede ser excelente con resultados totalmente inesperados, cuando asumimos que, tras la ejecución, recibiremos un beneficio específico, más no lo obtuvimos o no en la medida que queríamos. El ejemplo clásico: decidimos seguir el camino que Dios quiere que sigamos, esperando prosperidad y salud, mas estas no llegan, o no como lo imaginamos.



Existe otra arista: una decisión puede ser "buena" para nosotros y "mala" en sí misma, cuando la valoramos mal y, por ende, los resultados son totalmente opuestos a los esperados. Aquí te dejo que pongas el ejemplo, porque de este tipo muchos hemos hecho maestrías, y otros hasta doctorados.



Al final, una decisión es "buena", cuando se ha evaluado correctamente, se ha ejecutado en su justo tiempo y medida, y no se han sobreestimado sus resultados.



Proverbios 3:5

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.





Autor: David A. Guerrero S.

sábado, 3 de marzo de 2012

¿Eso no es malo?

No pocas veces he logrado presenciar la situación en la que un niño, aún en su etapa de inocencia, le pregunta a un mayor, casi siempre familiar cercano, sobre la cualidad de bueno o malo de una acción sobre la cual ha sido enseñado. Si es una acción incorrecta, por lo general la pregunta es: "Fulano, ¿eso no es malo?" Si es el padre o la madre, la pregunta es un poco más directa: "¿No me dijiste que eso era malo?"



Ante una situación como la anterior, he escuchado tres vertientes: la primera, y casi predominante, el mayor manda a callar al niño o niña, regañándole porque entiende que no tiene por qué llamarle la atención a un adulto, y en muchas ocasiones utilizando la palabra "irrespetuoso"; la segunda vertiente es justificarse, muchas veces mintiendo, e incluyendo algo así como "yo lo puedo hacer, que soy mayor, tú no"; la tercera, y en muy bajo porcentaje, el adulto reconoce que está haciendo mal y le "promete" al niño no volverlo a hacer (y yo añado, "no al menos delante de ti, que me vigilas y remedas").



Algunas veces me pregunto, para aquellos que creemos en Dios, si dejáramos de hacer las cosas incorrectas si se nos apareciera de repente Jesucristo y nos preguntara en el acto: "¿No te dije que eso era malo?"; sin embargo, luego me acuerdo de la historia que Jesús habló sobre el Rico y Lázaro, en la cual Abraham decía al rico: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos" (Lucas 16:31).



Si no hacemos caso a la conciencia de lo incorrecto de una acción, no esperemos a que se levanten todos nuestros difuntos ancestros a advertirnos, porque si no hacemos caso al vivo, menos haremos caso al muerto.



Hechos 24:16

Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.





Autor: David A. Guerrero S.

Callejón sin salida

Dicen por ahí que aprendemos más de los fracasos que del éxito; sin embargo, eso es una realidad y no un principio. Esto sucede no porque DEBE ser así por definición, sino porque nuestra mente está demasiado relajada en disfrutar del éxito, que nos olvidamos de buscar la oportunidad de mejora dentro del proceso que nos llevó al éxito. ¿Exigente o perfeccionista? Míralo desde el espejo de un callejón sin salida.



Estás huyendo de, digamos, un animal. En tu carrera para evitar ser agredid@ por el mismo, llegas a un callejón sin salida. En menos de cinco segundos, miraste dos o tres veces las tres paredes y el espacio por donde viniste, ya bloqueado por el animal. El instinto de auto-preservación te ha dado tres o cuatro soluciones, y buscas la única que te queda: enfrentar al animal con lo primero que encuentres y, jugándotela "a lo que sea", la ferocidad en ti supera a la del animal y ganas la batalla.



Mira al éxito como el animal atacante que te ha arrinconado en un callejón sin salida; te ha arrinconado a dejar de pensar en mejorar, estás demasiado cómod@ en tu "zona de confort", y has apagado el interruptor de auto-preservación. Si no enciendes ese interruptor, no enfrentarás al éxito, y no lo atacarás ni encontrarás el lado débil, que es el que usualmente se convierte en la parte bajo el agua del iceberg, causante del hundimiento en fracaso.



Un callejón sin salida no solamente nos arrincona ante un inminente peligro físico, sino también nos arrincona en el peligroso ego del triunfo. ¡Enfrentemos este feroz animal!



Job 9:20

Si yo me justificare, me condenaría mi boca; si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.



Jeremías 7:3b

Mejorad vuestros caminos y vuestras obras





Autor: David A. Guerrero S.

jueves, 1 de marzo de 2012

Cada cuatro años

Existen eventos que se presentan con muy poca frecuencia, como por ejemplo el paso del cometa Halley por las cercanías de la Tierra que, exceptuando por unos pocos, sólo lo vemos una vez en la vida; otros eventos un poco más frecuentes, como la "coincidencia" de que, estadísticamente, cada 25 años sucede un terremoto de magnitud catastrófica, o un tsunami, en alguna parte del planeta; o que cada cuatro años sea necesario añadirle un día al calendario (29 de febrero).



Para cultura general, ¿sabías por qué existen los años bisiestos? Porque el día que conoces no tiene exactamente 24 horas como dice tu reloj, sino que tiene 23 horas, 56 minutos, 4 segundos y algunos milisegundos. Cuando tomas esos minutos sobrantes diarios y los acumulas, al cuarto año hace un día completo y por eso hay que añadir un día al calendario.



¿Sabías también que muchos de nosotros nos comportamos como el año bisiesto? Todos los días le "quitamos" tiempo a la pareja, a los hijos, a la preparación personal y profesional, y sobre todo, a Dios. Cada cierto tiempo, algunos una vez por año, otros cada cuatro, unos cada diez, o cuando suceden eventos "catastróficos", le queremos añadir un día, una semana o un mes a lo que debimos hacer todos los días. A diferencia del año bisiesto, que complementa esa falta diaria, no existe manera de que podamos complementar ese tiempo dejado de invertir en su justa medida, dimensión y momento.



Cuidado con convertirnos en parejas, padres, hijos, ciudadanos modelo, fieles devotos a Dios, cada año, cada cuatro, o una vez en la vida porque, a diferencia del año bisiesto, la falta no es natural, sino provocada.



1 Timoteo 5:5

porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.




Autor: David A. Guerrero S.

martes, 28 de febrero de 2012

El tamaño de las personas

Una persona es enorme, cuando habla de frente y vive de acuerdo con lo que dice, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe con franqueza. Pero es pequeña cuando sólo piensa en sí misma, y les hace creer a los otros que piensa en ellos; cuando es poco gentil, cuando no colabora, cuando abandona a alguien en el momento en que más lo necesita.


Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo, cuando trata de entenderte aunque no piense igual que tú. Pero es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés, cuando quiere quedar bien con todos, cuando maneja a la gente como un titiritero.


Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra no sólo de acuerdo con lo que esperan de ella, sino con lo que espera de sí misma. Pero es pequeña cuando decepciona, cuando hiere, cuando actúa con orgullo, cuando no es solidaria, cuando miente, cuando no sabe pedir perdón.


Una persona es grande cuando sabe dar, cuando no tiene miedo de recibir, cuando la caracteriza la alegría, cuando enfrenta la tristeza, cuando domina la ira. Pero es insignificante cuando desprecia, cuando olvida los favores, cuando sólo busca su brillo, sus intereses, su bienestar. Se empequeñece aún más cuando agrede, cuando falsea su testimonio, cuando mata con maledicencia.


Una persona es grande cuando extiende su mano, cuando cierra su boca y abre su corazón, y cuando su sensibilidad es tan grande como su tamaño.



Autor Desconocido

Marcos 10:42-44

Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.

sábado, 25 de febrero de 2012

¿Por qué conformarse con menos?

Esta pregunta, y varias frases similares, se ha utilizado muchas veces en comerciales tanto locales como internacionales, promocionando un producto que, sea por precio o calidad, es superior a los de la competencia, indicando que “este es mejor que aquel y que no podemos [como consumidores] conformarnos con menos”.



¿Nos hemos puesto a pensar que la mayoría de las cosas en nuestras vidas tienen connotación similar? Veamos algunas verdades:

x Nos conformamos con estudiar alguna carrera en específico porque no podemos costearnos la que realmente queremos, o la que consideramos podremos ser mejores profesionales.

x Nos conformamos con el trabajo que tenemos porque tenemos tantos años en el mismo y no queremos arriesgarnos o aventurarnos en una nueva empresa o a fundar la propia.

x Nos conformamos con elegir el compañero o compañera sentimental porque no estamos dispuestos a ceder algo, moldearnos, o simplemente porque no estamos dispuestos a esperar a que “el/la mejor postor o prospecto” llegue.

x Nos conformamos con mantener un vicio que tenemos, sólo por no tener que sacrificarnos por un tiempo y librarnos del mismo.


Podríamos mencionar muchos más; sin embargo, aquel conformismo que a la mayoría nos toca y que pasamos por alto es este: Nos conformamos con la poca satisfacción que obtenemos en esta tierra, comportándonos como mejor nos place, sin sacrificarnos un poco y tener una mejor en la siguiente.



Nunca lograremos ser completos, no llegaremos a estar totalmente satisfechos y felices en esta tierra. Es cierto, tendremos momentos de satisfacción, felicidad, gozo, plenitud, pero siempre será temporal, pasajera, momentánea… los problemas, angustias, preocupaciones, necesidades, inseguridad, volverán a aparecer, porque nunca dejaron de estar allí.



¿Por qué conformarnos con lo poco que tenemos aquí? ¿Por qué no trabajamos para obtener algo mejor después que esta vida que conocemos termine? ¿Por qué no cambiamos lo temporal por lo eterno?



¿Por qué conformarnos con menos?



Juan 18:36

Mi reino no es de este mundo



1 Pedro 2:11

Somos extranjeros y peregrinos en este mundo





Autor: David A. Guerrero S.

viernes, 24 de febrero de 2012

Ofrecer lo que no nos pertenece

Las épocas de enamoramiento son las más curiosas que el ser humano puede experimentar, no importando la edad. Me refiero en plural, porque no solamente aludo al enamoramiento en el sentido de pasión (que innumerables veces confundimos con amor), sino también al tipo afición por un objeto, lugar o actividad. Por otro lado, utilizo el adjetivo curioso porque son los períodos en los cuales vemos el futuro como una ilusión de lo efímero e iluso del presente, también en el que llegamos a ofrecer lo que no nos pertenece y lo que no podemos mantener.



Respecto a lo último, en cuanto al enamoramiento pasión, fíjate cómo prometiste (o te prometieron), la luna, las estrellas, el universo; cariño o amor "toda" la vida, con "todo" el corazón, y prometiste o te prometieron utilizando el adverbio "siempre" o "eternamente". En cuanto al enamoramiento afición, te acuerdas de prometer cuidar "siempre" a tu primera mascota, de "nunca" olvidar ese lugar que tanto te gustó, de ser un(a) amig@ "incondicional", de darle "el mejor" cuidado al coche 0km que adquiriste, y algunos etcéteras más que harían esta reflexión demasiado larga.



Hemos hecho maestrías, y hasta doctorados, en el arte de ofrecer lo que no tenemos, y en lo que no podremos cumplir o mantener. Lo interesante del caso, es que lo hacemos con tanta efusividad y convicción, que damos como realidad perpetua la ilusión del momento, poniéndonos una venda para no ver la realidad, que luego nos pega de frente tan fuerte como estrellarnos con un camión a 200km/h.



Cuidado con lo que prometes u ofreces, y evita ponerte (o que te pongan) la venda anti-realidad.



Salmos 144:11

Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, cuya boca habla vanidad, y cuya diestra es diestra de mentira.



Eclesiastés 6:9a

Más vale vista de ojos que deseo que pasa.





Autor: David A. Guerrero S.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Mirar a los ojos

Buscando la famosa frase que relaciona los ojos con el alma, me encontré dos versiones de la misma: "los ojos son la ventana del alma" y "los ojos son la puerta al alma". Analizando ambas, y fuera aparte del objeto de la casa usado, encuentro una diferencia fundamental: la primera sólo te permite dar un vistazo, la segunda te puede dar acceso de entrada.



Mi búsqueda y análisis de la frase viene a consecuencia de que, después de un tiempo observando atentamente personas conversando, en más del 80% de las interacciones una o ambas personas no se miraban a los ojos al hablar, más que por uno o dos segundos; el resto del tiempo, mirando en cualquier dirección, u "ocupados" con algún objeto en sus manos. Es como si, tal y como señala la frase (sea ventana o puerta), los ojos delataran lo que realmente somos, o desmintieran lo que estamos diciendo. El asunto es tal que, hace unos años un fenómeno similar fue objeto de estudio por unos psicólogos británicos, llegando a la conclusión que mirar a los ojos al hablar y mostrar una sonrisa mientras se hace, termina en atracción involuntaria.



¿Te sientes intimidad@ cuando, al interactuar con alguien, ese alguien te mira fijamente a los ojos? Si es así, ¿has analizado las razones y no puedes dar una razón lógica y convincente, más que "porque no me gusta"? Probablemente sea porque las frases tengan algo de verdad: no quieres que miren, ni que tengan acceso, al verdadero tú. Eso es precisamente lo que hacemos con Dios, quien nos habla y mira a los ojos, más pretendemos desviar la vista y ocultar lo que somos.



Salmos 139:23-24

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.





Autor: David A. Guerrero S.

domingo, 12 de febrero de 2012

Respeto por la experiencia

Desde hace muchos años he leído y escuchado la siguiente frase, mal aplicada muchas veces, de algunas empresas: "...donde la experiencia no se improvisa". De hecho, en los mercados donde existen monopolios u oligopolios, las empresas suelen usar la expresión para "asustar" o prevenir a sus usuarios actuales y potenciales, cuando existen "amenazas" de competidores emergentes. ¿Esta experiencia se debiera respetar o no?



Dejando de lado el ardid mercadológico de algunas empresas al usar esta frase, para bien y para mal, la experiencia ajena se debe respetar. Si bien es cierto que no todos somos iguales, toda acción realizada de la misma manera, dará el mismo resultado, no importando si el protagonista y la época cambien. Por ejemplo, recuerdo que en una capacitación que recibo, en un juego de roles, se me preguntó: "¿Te gusta la droga?" Buscando la respuesta si/no, mi respuesta fue: "No sé. Nunca la he probado." Aunque no es mi interés probarla, ¿tengo que experimentar, o saber si es verdad, que la droga corrompe, daña y mata? Con ver los efectos en otros me es suficiente.



"Eso no me va a pasar a mí"; "Esos eran otros tiempos"; "Yo sé cómo manejarme"; son algunas de las expresiones que usamos cuando los más experimentados, que suelen ser nuestros padres y los envejecientes, nos advierten de lo que hacemos o nos proponemos hacer. Si de todas maneras, como buenos tercos, queremos hacerlo, por lo menos debiéramos sentarnos con los experimentados, y analizar sus métodos, formas y resultados posteriores. Si queremos encontrar las brechas, cambiar la metodología y así cambiar los resultados, entonces bien; sin embargo, si lo hacemos igual, no esperemos resultados distintos.



Tengamos respeto por la experiencia ajena.



Job 12:13

Con Dios están la sabiduría y el poder; suyos son el consejo y el entendimiento.





Autor: David A. Guerrero S.

jueves, 9 de febrero de 2012

Soñar con la realidad

Cuando leo algo en la web, en los periódicos, o recibo un aporte de alguno de ustedes, y que llama mi atención, me dedico a analizar la fuente, buscar la "versión original", o al menos tener tantas versiones como me sea posible. A propósito, en el día de ayer recibí dos correos que, en cierta medida se contradicen. En el primero, una frase atribuida al ilustrador norteamericano Bernie Fuchs: "Compromiso es una línea que debes cruzar. Es la diferencia entre el soñar y el hacer". En el segundo, una fábula de la cual tengo 5 versiones distintas, y que a esta le decidieron añadir, entre otras, la siguiente frase: "Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del paraíso y lo será".



Si analizas bien, la primera frase le dice a la segunda: "¡Hey!, no sólo es pensar o soñar; es actuar, hacer algo al respecto". En otras palabras, una cosa es soñar con la realidad y otra es despertar ante la realidad. No confundas la esperanza, aspiración o sueño de que algo sea distinto a lo que es, con tu participación o aporte en ello para que sea diferente. En tal sentido, reconocer y afirmar que algo está dañado implica dos cosas: que tienes los ojos abiertos y que tu lógica está despierta, y la conciencia de lo que puedes o debes hacer al respecto.



Cuando Jesús estuvo en la tierra, "abrió los ojos" a sus discípulos diciendo: "os envío como corderos en medio de lobos" (Lucas 10:3); es decir, no les pintó el mundo como paraíso, sino precisamente como lo opuesto. Eso sí, les dijo lo que tenían que hacer al respecto para cambiarlo. Entonces, no soñemos con una realidad distinta, hagamos nuestra parte para hacerla distinta.



Filipenses 2:15-16a

para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida





Autor: David A. Guerrero S.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Reincidencia astutamente contumaz

He empleado buen tiempo buscando una combinación de palabras positivas que, en sí mismas, sean iguales o superiores a la combinación que titula esta reflexión, y siento que todas se quedan cortas. Usar reincidencia, astucia y contumacia juntas en una misma frase, es como elevar un número a la potencia de su potencia. Decirle a alguien "reincidente astutamente contumaz", es casi como decirle que no tiene remedio, que hay que encerrarlo en un calabozo sin ventanas y botar la llave.



Dejando de lado el diccionario y las matemáticas, algunas veces me pregunto cómo es que nos acostumbramos a aceptar lo negativo, corrupto y pecaminoso como "normal", sólo porque es repetido por miles o millones. Preferimos nadar rio abajo, hacia la inmensa cascada del conformismo y aceptación, que hacer como el salmón, que nada contracorriente, aunque eso le pueda costar su propia vida. A diferencia de la conducta de este pez, los principios y valores de muchos son maleables y "negociables", en vez de ser claros, definidos e inamovibles. Al respecto, creo que este mundo se convierte más y más en un mar de "reincidentes astutamente contumaces", donde encontrar "buscadores perseverantes de sabiduría", es como encontrar una aguja en un pajar.



Los extremos son malos, dicen por ahí; sin embargo, preferiría que algún día llegara a estar en el extremo de obstinación por los valores y sabiduría de lo alto, que en el extremo de lo "normal", conformista y contumaz, sólo porque el resto así se comporta. En esto, definitivamente, no debe existir "equilibrio" ni punto medio.



Filipenses 4:8

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.







Autor: David A. Guerrero S.

viernes, 3 de febrero de 2012

Más allá del dinero

Cuenta la historia que había una familia pobre que tenía la facultad de tomar todas las cosas por su mejor lado, y una mujer rica se interesó por ayudarlos. Pero un día, la visitó un vecino de la familia pobre y le dijo que la estaban embaucando:



--Los niños de aquella familia siempre comen cosas deliciosas, lujos que ni yo puedo permitirme - dijo el vecino.

La mujer rica fue a visitar esta familia al mediodía. Estaba parada junto a la puerta, a punto de llamar, cuando oyó que una de las niñitas le preguntaba a la otra:

--¿Te vas a servir asado hoy?

--No, creo que comeré pollo asado-respondió la otra niña.



Al oír esto, la mujer golpeó la puerta y entró inmediatamente. Vio a las dos niñas sentadas a la mesa en la que habían unas pocas rebanadas de pan seco, dos papas frías, un jarro de agua y nada más.



A sus preguntas, contestaron que se hacían de cuenta que su pobre comida era toda suerte de manjares y el juego hacía que la comida les fuera un verdadero festín.



--Usted no sabe lo delicioso que es el pan cuando una lo llama torta de frutillas.

--Pero es mucho más rico si lo llamas helado de crema -dijo la otra niña.



La señora rica salió de allí con una nueva idea de lo que significa el contentamiento. Descubrió que la felicidad no está en las cosas, sino en los pensamientos. Acababa de comprender lo que Salomón había dicho tanto tiempo antes, que "El ánimo del hombre lo sostiene en su enfermedad; pero perdido el ánimo, ¿quién lo levantará?"



Publicado en: Mis Buenos Días, Periódico Hoy, Junio 2005



Comentario:

De esta ilustración aprendemos dos principales moralejas: la primera es que no debemos juzgar a nadie, y más aún, sin tener todos los detalles de lo sucedido; y la segunda, que debemos ser agradecidos con Dios de lo que nos da, sea mucho o sea poco, porque cuando pensemos que recibimos poco, hay otros muchos que reciben aún mucho menos, y si nos quejamos, lo que tenemos se nos será quitado.





Proverbios 18:13-15

Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio. El ánimo del hombre soportará su enfermedad; más ¿quién soportará al ánimo angustiado? El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la ciencia.





Autor: David A. Guerrero S.

martes, 24 de enero de 2012

El poder de la influencia

Conversaba con una amiga recientemente sobre cómo los ademanes, mañas, expresiones y comportamientos puntuales de una persona influyen en otra, dependiendo del tiempo que dos o más individuos compartan. Algunos podrían decir que es sólo imitación, otros argumentarían que es para congraciarse o adaptarse al "mundo conocido" de quienes compartimos.



Sea cual fuere el pensamiento, teoría o argumento respecto al tema, lo cierto es que las influencias siempre han tenido dos lados: el lado positivo, desde el aspecto de imitar las cosas buenas; y el lado negativo, desde la perspectiva de desarrollar malos hábitos y "copiar" puntualmente aquellas cosas que no nos convienen a corto, mediano o largo plazo.



Muchos adultos recordamos de nuestra niñez, que nuestros padres nos aconsejaban de no juntarnos con cierto tipo de personas para nuestro bien... hoy, algunos que ya son padres, hacen lo mismo. Ahora bien, ¿por qué muchos adultos no nos aplicamos el consejo a nosotros mismos? ¿O nos creemos "creciditos", y por lo tanto inmunes? He oído a muchos decir "Yo sé lo que hago", olvidándose que existe un subconsciente que trabaja lo que el consciente pasa por alto.



No nos damos cuenta del poder que podemos ejercer sobre los demás, o el que los demás ejercen en nosotros. TODOS somos ejemplo en algún aspecto a alguien; ALGUIEN influye siempre en algo en nosotros; TODOS daremos cuenta de a quién influenciamos y cómo lo hacemos.



Analicemos nuestras vidas, cómo influenciamos a quienes nos rodean, y de quiénes permitimos ser influenciados.



1 Timoteo 4:13

Sé ejemplo en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.



Tito 2:7-8

Preséntate tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.

viernes, 13 de enero de 2012

Honor

El ambiente estaba Cargado de mucha tensión. Rosa Elliot llegó a la cuarta ronda del concurso nacional de ortografía en Washington. Se le había pedido a la pequeña de 11 años de Carolina del Sur que deletreara la palabra "admisión". Ella lo hizo con su suave acento sureño, pero los jueces no fueron capaces de determinar si había pronunciado una "o" o una "a" como letra al lado de la última.


Debatieron entre sí por varios minutos mientras escuchaban las grabaciones. Sin embargo, la letra decisiva tenía su acento demasiado marcado como para descifrarla. Finalmente el jefe de los jueces le preguntó a la única persona que conocía la respuesta.


- Era una letra "a" o una "o" ? Le preguntó a Rosa. En ese momento estando rodeada por jóvenes concursantes que murmuraban entre ellos, Rosa sabía el correcto deletreo de la palabra. Tranquilamente, sin titubear, contestó que había pronunciado mal la palabra y se fue del escenario.


Todo el auditorio se puso de pie y aplaudió, incluyendo unos cincuenta reporteros gráficos. El momento fue emocionante y lleno de orgullo para sus padres. Aun vencida era victoriosa. En efecto, con el pasar de los años, ¡se escribió más acerca e Rosa Elliot que sobre el "desconocido" ganador del concurso!


Ser una persona que ama la verdad, aun cuando esta va en contra de uno, nos reviste de gran honor…



...EL HONOR ES MEJOR QUE LOS HONORES...




Salmos 25:21

...Integridad y rectitud me guarden; porque en ti he esperado.

Salmos 84:11

...Porque sol y escudo es Dios: Gracia y gloria dará el Señor: No quitará el bien á los que en integridad andan.

Proverbios 20:7

...El justo que camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él...





Autor: Desconocido

Aporte de: Belkis Fernández

martes, 10 de enero de 2012

Derecho de autor

A propósito de una noticia a la cual he dado seguimiento, respecto a endurecer las leyes de derecho de autor en EE.UU., que directa o indirectamente muchas otras naciones del mundo se verán afectadas, y relacionándola con una consulta que me hiciera uno de ustedes (receptores de estas reflexiones), pensaba en cómo violentamos los derechos de autoría de Dios, tanto haciendo nuestras obras de Él, como culpándolo de cosas que hacemos nosotros.



¿Has escuchado a un borracho agradeciendo a Dios por el alcohol y su borrachera? ¿O a un delincuente confeso agradecer porque su "trabajo" salió bien y que no lo atraparon? ¿O al mismo delincuente poniendo a "Dios como testigo" de que no hizo nada malo, cuando lo atraparon infraganti? También sucede con las consecuencias de la destrucción que hacemos al planeta: después de la destrucción de bosques y ecosistemas completos, después de contaminar lagos, ríos y mares completos, se presentan las OBVIAS consecuencias, y decimos "Dios hizo", "Dios provocó", "¿por qué Dios permitió...?" Por otro lado, ¿cuántas veces no hemos dicho "mi inteligencia", "mis habilidades", "mis dones", "mi esfuerzo", en vez de decir "lo que Dios me ha permitido", "...me ha dado", "...me ha dejado hacer o tener"?



Respetemos los derechos de autor de Dios, así como evitemos hacerlo a Él protagonista o autor de cosas que nosotros, sin ningún aval, permiso o aprobación de Él, hicimos por nuestra cuenta y tras lo cual sufrimos las consecuencias, sean estas individuales o colectivas.



Santiago 1:13-15

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.





Autor: David A. Guerrero S.

lunes, 9 de enero de 2012

Expertos en caer

Esta mañana, al levantarme y revisar mi teléfono inteligente (vicio que reconozco hago incluso antes de siquiera lavarme los dientes), leí una frase en el perfil del "BB" de una compañera de trabajo que ha hecho que revise cuántos errores, faltas y "vicios" se han hecho recurrentes en mi vida, y en las personas que conozco: "De tanto que tropiezo, ya sé cómo caer". Al investigarla, resulta que es el título de un pequeño libro de la Dra. Teraiza Mesa Rodríguez, y parte de la lírica de una canción.



Del poco tiempo que tomo para ver TV, algunas veces veo una serie que se basa en el estudio del comportamiento y perfil del individuo, más que las evidencias físicas per se, para resolver crímenes. En ella se han presentado casos en los cuales se perfila el tipo de personas que practican un cierto tipo de crimen, y van "mejorando" sus técnicas, buscando la "perfección" en lo que hacen. Si lo analizas bien, la frase lo que infiere es eso mismo: vamos tropezando y cometiendo errores, y en vez de aprender a evitarlos, vamos "mejorando" las técnicas para "perfeccionarnos" en caer.



¿Conoces personas así, como que se especializan en fallar y regodearse o deleitarse en el lodo? Si le aplicáramos las técnicas criminalísticas a su comportamiento, ¿qué encontraríamos? ¿La parte del cerebro de aprendizaje-tras-caída desactivada? ¿Convicción de que lo están haciendo bien y que el resto lo hace mal? ¿O simplemente es una forma de hacer "publicidad" o ir contracorriente?



Cuidémonos de volvernos expertos en fallar, caer, cometer errores, y sobre todo, en pecar; porque en adición a ser llamados necios por el mismo Dios, las consecuencias de igual manera se irán "perfeccionando" en nuestra contra.



Hebreos 10:25-26

Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.





Autor: David A. Guerrero S.

jueves, 5 de enero de 2012

¡Se acaba el mundo!

No, no es un titular de periódico, ni nada relacionado a las decenas de profecías distintas relacionadas al 2012, iniciando por la mega-ultra-archi famosa relacionada al calendario Maya. Es la forma en que muchos se comportan cuando se está terminando un año: se manejan como si no sólo el ciclo del giro de la tierra alrededor del sol se completara, sino que el mundo se acabará el 31 de diciembre.



He estudiado bastante bien tres culturas que se comportan así, pero refiriéndome específicamente a una, la mía, desde que llega el 15 de diciembre, andan como locos en la calle, comprando, despilfarrando, fiestando, como si el 31 de diciembre a las 11:59pm el mundo se acabará. En la primera semana de enero (si es que llegan, porque algunos se quedan en el camino), cuando la razón despierta al cerebro, muchos se lamentan de las decisiones tomadas durante las dos o tres semanas anteriores. Se lamentan de haber vivido "al límite", "al día", de haber pensado y actuado todos los días con la expresión "la noche es joven, hay que gozar". La "resaca post-fin del mundo", más que física, financieramente, suele multiplicarse hasta por 20 el tiempo de "disfrute" logrado.



En esta época solemos darle vacaciones a la prudencia, sensatez, buen juicio, al pensamiento analítico; cuando regresan del feriado, no saben qué hacer con el desastre que hemos dejado en casa. Mi segunda recomendación de fin de año es: piensa en el futuro, sé prudente y sensato; no creas que enero y febrero, que suelen ser los más difíciles para la economía personal, no llegarán. Piensa y actúa sabiamente.



Proverbios 2:10-11

Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te guardará; te preservará la inteligencia

Nadar entre dos aguas

El Canal de la Mona es el espacio que divide a la República Dominicana y Puerto Rico. La distancia es relativamente corta, ya que si fuera de tierra firme o existiese un puente, cruzar entre los dos territorios se haría en menos de una hora. Sin embargo, el Canal de la Mona tiene una peculiaridad: es extremadamente activo, ya que convergen peligrosamente las aguas del Océano Atlántico y el Mar Caribe; atravesarlo a nado es casi un suicidio.



Como el Canal de la Mona, existen comportamientos humanos. Se le suele llamar de múltiples formas: doble ánimo, doble cara, lealtad dividida, hipocresía, entre otros; al fin y al cabo, no importa cómo se le llame, el riesgo que corre quien se comporta de tal manera es demasiado alto. Tarde o temprano la turbulencia de ambas aguas provocarán lesiones graves, en ellos y en aquellos con quienes se relacionen, y posiblemente la muerte.



Dios usa términos muy fuertes respecto al tema: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca (Apocalipsis 3:15-16); Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí (Mateo 15:7-8)



Sea con nuestros semejantes, y mucho más con Dios, debemos tener una sola voz, un solo espíritu, una sola cara. Nadar entre dos aguas, en adición a que es agotador, es peligroso y mortal.



Santiago 5:12b

Cuando digan "sí", que sea "sí"; y cuando digan "no", que sea "no". ¡No vaya a castigarlos Dios por no cumplir con su palabra!





Autor: David A. Guerrero S.

miércoles, 4 de enero de 2012

Red Social Privada: BB

La red social privada o cerrada, cariñosamente conocida como "BB" (BlackBerry), la considero igual o más peligrosa que las redes sociales (RR.SS.) "abiertas" o categorizadas como tal. La categorizo como "red social", y de paso uso el adjetivo "peligrosa", porque esos perfiles, fotos, comentarios, chats, etc., se comparten con tus más cercanos conocidos, y estos serán tan "privados" como el tiempo que duren en actualizarse en todos tus contactos, es decir, segundos o minutos. Te pongo un ejemplo.



En un panel sobre las RR.SS., en el que tuve la dicha de participar como charlista (haciendo el papel del "malo de la película"), el expositor que tenía la función de "defender" el lado positivo de las mismas, hizo referencia a cómo muchas jovencitas se fotografían y "postean" las mismas en sus perfiles del BB. "Las poses normales ya no se ven; toman un 'cuadre' de modelo para lucir en el perfil...", parafraseando lo que quiso decir el expositor con sus ademanes y expresiones.



No sólo debes tener cuidado con los chats, videos y fotos que compartes con alguien "de confianza" a través de tu BB, también con los comentarios, expresiones y "emoticons" que usas en tu perfil. ¡No seas imprudente! No coloques en tu perfil todo lo que te llegue a la mente, ni todo lo que le quieras dejar dicho "indirectamente" a alguien (no pienses que todos en tu listado de contactos son cortos de mente para no darse cuenta), y mucho menos informarle a todos tus contactos hasta cómo se ve tu plato, antes y después de que comiste algo.



Ni esta red privada, ni las demás redes sociales son malas en sí mismas, ni deben ser consideradas como "el demonio"... serán tan "malas" como el mal uso que hagamos de ellas, y de eso debemos cuidarnos.



1 Timoteo 4:16

Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.





Autor: David A. Guerrero S.

lunes, 2 de enero de 2012

Sòlo un dìa màs...

Esta fecha (31 de diciembre) trae multiplicidad de sentimientos: nostalgia, felicidad, tristeza, reflexión, etc. Para algunos, es una fecha de revisión de acciones pasadas y de planes futuros; para otros, una fecha de "juerga", diversión, celebración; para unos pocos, los más pragmáticos y lógicos, es una simple fecha: el día en que un grupo determinó que la tierra termina de darle la vuelta al sol, para empezar a darle otra.



Exceptuando para un país que, en el día de ayer decidió saltarse un día completo y empezar directamente en el 2012, este será un día como cualquier otro para el universo. Los calendarios físicos serán eliminados por otros, y los electrónicos cambiarán la unidad del año; pasamos de un año de número impar a uno par.



Te he planteado las principales variables lógicas, y no tan lógicas, de esta fecha. ¿Cómo la ves tú? ¿Es significativo y determinante para ti el hecho de que el calendario pase del 31 de diciembre de un año al 01 de enero de otro? Para las empresas que cierran su año fiscal hoy, es determinante, ¿cómo cierras tu "año fiscal", en números rojos o azules? Y debes saber que no me refiero exclusivamente a tus finanzas.



Hace algunos días te envié un formulario de autoevaluación personal, financiera y espiritual, ¿ya estableciste tus metas de superación personal y espiritual para el año siguiente? Si eres de los que espera al lunes, al primero del siguiente mes, o al primero del siguiente año para iniciar o ajustar tu vida, comienza a hacer ajustes.



Mi última recomendación de fin de año es la siguiente: autoexamínate diariamente. No esperes una fecha determinada para revisar tu vida; hazlo cada día. Así como las empresas tienen que hacer un cuadre diario de sus operaciones, revísate diariamente y evalúa qué estás haciendo con el préstamo que te hicieron cuando naciste, porque tu vida y tu cuerpo son prestados mientras vida tengas, ya que no eres etern@.



Si aún no lo haces, deseo para ti que este 2012 sea un año en el que te examines 366 veces, para que cierres tu "año fiscal" en números azules, no sólo ante ti mismo, tus planes y metas, sino ante tus seres queridos, la sociedad, y sobre todo, ante Dios.



Deseo seguir acompañándote con estas reflexiones durante el 2012 y, finalmente, deseo para ti lo siguiente: Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra (2 Corintios 9:8)





Autor: David A. Guerrero S.