Buscad a Jehova mientras puede ser hallado llamadle en tanto que esta cercano.... Isaias 55:6



Venid a mi todos los que estàn trabajados y cargados , y yo os harè descansar... Mateo 11:28

jueves, 1 de marzo de 2012

Cada cuatro años

Existen eventos que se presentan con muy poca frecuencia, como por ejemplo el paso del cometa Halley por las cercanías de la Tierra que, exceptuando por unos pocos, sólo lo vemos una vez en la vida; otros eventos un poco más frecuentes, como la "coincidencia" de que, estadísticamente, cada 25 años sucede un terremoto de magnitud catastrófica, o un tsunami, en alguna parte del planeta; o que cada cuatro años sea necesario añadirle un día al calendario (29 de febrero).



Para cultura general, ¿sabías por qué existen los años bisiestos? Porque el día que conoces no tiene exactamente 24 horas como dice tu reloj, sino que tiene 23 horas, 56 minutos, 4 segundos y algunos milisegundos. Cuando tomas esos minutos sobrantes diarios y los acumulas, al cuarto año hace un día completo y por eso hay que añadir un día al calendario.



¿Sabías también que muchos de nosotros nos comportamos como el año bisiesto? Todos los días le "quitamos" tiempo a la pareja, a los hijos, a la preparación personal y profesional, y sobre todo, a Dios. Cada cierto tiempo, algunos una vez por año, otros cada cuatro, unos cada diez, o cuando suceden eventos "catastróficos", le queremos añadir un día, una semana o un mes a lo que debimos hacer todos los días. A diferencia del año bisiesto, que complementa esa falta diaria, no existe manera de que podamos complementar ese tiempo dejado de invertir en su justa medida, dimensión y momento.



Cuidado con convertirnos en parejas, padres, hijos, ciudadanos modelo, fieles devotos a Dios, cada año, cada cuatro, o una vez en la vida porque, a diferencia del año bisiesto, la falta no es natural, sino provocada.



1 Timoteo 5:5

porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.




Autor: David A. Guerrero S.

No hay comentarios:

Publicar un comentario