El estrabismo es la falta de alineación de un ojo en relación a otro, lo que impide fijar la mirada de ambos ojos sobre un mismo punto, lo que ocasiona una visión binocular incorrecta que puede afectar adversamente a la percepción de la profundidad. La ambliopía, por otro lado, también llamada ojo perezoso u ojo vago, se define como una disminución de la agudeza visual sin que exista ninguna lesión orgánica que la justifique.
No recuerdo exactamente las razones que me impulsaron a buscar estas palabras, pero encontré que estas dos enfermedades tienen su “par” en el ámbito espiritual. Dios habla de las personas de doble ánimo (Santiago 1:8), de los tibios (Apocalipsis 3:16), y de los hipócritas (Mateo 6:5); estos parecen que sufrieran de “estrabismo espiritual”. Por otro lado, el que sufre de “ambliopía espiritual” muchas veces no lo hace parcial, sino en su totalidad; sobre esto, Salomón habla en once capítulos distintos de Proverbios, y el autor a los Hebreos dice que los perezosos no recibirán promesa alguna (Hebreos 6:12).
La mayoría de los que intentamos hacer la voluntad de Dios, sufrimos en algún momento de estrabismo o ambliopía espiritual (algunas veces de ambas al mismo tiempo); muchas veces inconscientemente, otras con todo el conocimiento de causa. Aplicar las “terapias” y “medicinas preventivas” tan pronto los síntomas comienzan a aparecer, puede evitar que estas enfermedades “virales” o pasajeras se vuelvan “endémicas” o permanentes en nuestras vidas, y que terminemos "atrofiados" o muriendo espiritualmente por causa de estas.
Santiago 3:17
Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Hebreos 12:1-2
[…] despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe […]
Autor: David A. Guerrero S.
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